No
es la soledad la mejor compañera para salir de la soledad pero, a
veces, sólo por la soledad se deja de estar solo. El barullo siempre
es una indelicadeza consigo mismo. La compañía inconveniente es la
compañía molesta, aunque no se perciba hasta que no pasa algún
tiempo. No importa la edad, ni el sexo, ni la belleza para la
conveniencia. La inconveniencia puede provocarse por mil motivos que
se resumen en uno: la falta de coherencia personal.
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